La visibilidad es la distancia horizontal máxima a la que un observador puede distinguir con claridad los objetos que se encuentren en su horizonte visible, en condiciones normales del tiempo, la distancia en millas a la cual se puede observar un objeto, estará dada por la fórmula D= 2.08√‾h + 2.08√‾H ( h y H en metros) o D=1.15√‾h+ 1.15√‾H ( h y H en pies) o sea dependerá del coeficiente de refracción atmosférica y de las altura del observador y del objeto, en metros o pies. Dicho de otra forma se puede entender por visibilidad, la medida de capacidad que tiene un observador para ver (reconocer) objetos a una distancia a través de la atmósfera, se puede expresar en millas, kilómetros, yardas. cables . Ciertos fenómenos atmosféricos, pueden reducir considerablemente esta visibilidad, como son la ocurrencia de niebla, neblina, calima, bruma, lluvia, llovizna, polución, etc.
METEORO |
VISIBILIDAD |
HUMEDAD |
CONSTITUCIÓN |
Niebla |
< 1 Km |
90-100% |
Agua o hielo |
Neblina |
1-2 Km |
80-90% |
Agua o Hielo |
Calima |
>2Km |
<80% |
Partículas sólidas |
Bruma |
>2Km |
<80% |
Partículas Sólidas |
Lluvia |
<3Km |
100% |
Agua o hielo |
Llovizna |
<1Km |
100% |
Agua o hielo |
La baja visibilidad o visibilidad reducida que conlleva la aparición de los fenómenos atmosféricos que aparecen en la tabla anterior, puede suponer una serie de riesgos de gran importancia para la navegación:
- El peligro de abordaje o colisión: ya sea contra otra embarcación o con cualquier objeto extraño del que desconocemos su presencia con antelación.
- Riesgo de varada o encallamiento en la costa. Debemos tener mucho cuidado en el cálculo de las distancias y de la procedencia e intensidad de los sonidos, puesto que la niebla causa efectos que debemos considerar:
- Distancias: pueden llegar a ser realmente difíciles de juzgar, sobre todo si tenemos en cuenta que la niebla raras veces tiene una densidad uniforme: la misma distancia puede doblarse o reducirse a la mitad en pocos minutos.
- Sonidos: la niebla provoca también efectos sobre los sonidos, que quedarán amortiguados o ampliados, despistándonos por tanto sobre su procedencia.
Explicaremos cada uno de estos fenómenos atmosféricos:
NIEBLA
La niebla puede reducir la visibilidad a niveles cercanos a cero, haciendo que la navegación, sea extremadamente peligroso. La niebla No debe confundirse con Neblina.
La niebla es un fenómeno meteorológico consistente en nubes muy bajas, y formadas por partículas muy pequeñas en suspensión. La mayor parte de las nieblas se producen durante la evaporación marítima, lo que provoca el ascenso de esas partículas de aire húmedo que al enfriarse se condensa dando lugar a la formación de estas nubes bajas. La niebla conlleva la disminución de las condiciones de visibilidad en la superficie marítima. La dispersión de la Luz de las partículas de agua que forman la niebla favorece la visibilidad en longitudes de onda similares al amarillo selectivo utilizado en faros y luces antiniebla.
Niebla de radiación: ocurre tras la puesta del sol, cuando el suelo pierde calor a través de la emisión de radiación infrarroja en una noche sin nubes (de estar presentes, las nubes evitarían que el calor escape al espacio). Entonces, el suelo enfriado produce condensación en el aire cercano al suelo, a través del proceso de conducción del calor. Este tipo de niebla es común en otoño en los países de clima templado, usualmente tiene un espesor de 1 metro (aunque la turbulencia puede hacer que se eleve, y es de corta duración.
Niebla de advección: toma lugar cuando masas de aire caliente y cargadas de humedad pasan sobre suelos fríos, lo cual hace enfriar el aire mismo aumentando la humedad relativa y provocando finalmente la condensación. Este fenómeno es común en las costas, cuando el tibio aire tropical se encuentra con aguas de latitudes mayores. También es común cuando un frente cálido se mueve sobre un área con una cantidad considerable de nieve, o luego de una granizada abundante en lugares con temperaturas templadas.
Niebla de vapor: se da cuando aire frío se mueve sobre aguas más cálidas. El vapor del agua entra en la atmósfera por procesos de evaporación, y la condensación se da cuando se alcanza el punto de rocío. Este suceso es común en regiones polares, lagos de tamaño considerable, y al final del otoño y principio del invierno.
Niebla de precipitación: se produce cuando llueve y el aire bajo la nube se halla relativamente seco. Esto hace que las gotas de lluvia se evaporen y formen vapor de agua, que se enfría, y al alcanzar el punto de rocío, se convierte en niebla.
Niebla de ladera: se forma cuando el viento sopla contra la ladera de una montaña en la cercanía de la costa u otra formación geológica análoga. Al ascender en la atmósfera, la humedad se condensa. Es por esto que muchas veces las cumbres montañosas aparecen nubladas.
Niebla de hielo: es cualquier tipo de niebla en la cual las gotas de agua se hallan congeladas en forma de cristales de hielo minúsculos. Usualmente, esto requiere de temperaturas bastante por debajo del punto de congelamiento, lo cual hace que sean comunes a regiones árticas y antárticas. En ocasiones, pequeñas cantidades de estos cristales se precipitan a tierra, como sucede en Barrow, Alaska. En determinadas regiones esta niebla es conocida como dorondón o boira dorondonera
Técnicas de Previsión de Niebla en la Mar
Una advertencia posible de formación de niebla en la mar puede obtenerse mediante frecuentes observaciones de la temperatura del aire y superficie del mar. Si la temperatura de la superficie del mar cae por debajo de la temperatura del punto de rocío, es muy probable que se forme niebla. Para su evaluación se recomienda seguir el siguiente procedimiento: por lo general la temperatura del aire será casi siempre mayor o igual a la temperatura superficial. Las temperaturas del aire y la del termómetro húmedo deberán registrarse cada 10,30 o 60 minutos y plotearse en un diagrama parecido al que se muestra a continuación.
Como dijimos, la temperatura del punto de rocío es aquella a la cual ocurre la saturación del aire y se obtiene de una tabla que para ello está impresa en las primeras hojas de la bitácora de los buques y que reproducimos a continuación. Los argumentos de entrada para obtenerla son: la temperatura del termómetro seco y la diferencia térmica entre el seco y el húmedo en el sicrómetro. No olvide ventilar antes de observar. La temperatura superficial del mar deberá observarse desde una muestra en un balde o sumergiendo durante, a lo menos 3 minutos, un termómetro protegido (para golpes) introducido en el mar en forma remolcada.
En la medida que ambas temperaturas convergen se formará niebla. En el ejemplo se observa que a las 22:50 hrs. se hace muy probable que se forme niebla desde las 23:00 hrs. Incluso mucho antes se puede advertir cierta posibilidad que ocurra.
NEBLINA
La neblina es un fenómeno meteorológico concretamente un hidrometeoro, que consiste en la suspensión de muy pequeñas gotas de agua en la atmosfera, de un tamaño entre 50 y 200 micrómetros de diámetro, o de partículas higroscópica húmedas, que reducen la visibilidad horizontal a una distancia de un kilómetro o más. Ocurre naturalmente como parte del tiempo o de la actividad volcánica. Es común en atmósfera fría debajo de aire templado. Es posible también inducir artificialmente la neblina con el uso de envases de aerosol, si las condiciones de humedad son apropiadas.
La única diferencia entre neblina y niebla es la intensidad de las partículas, que se expresa en términos de visibilidad: Si el fenómeno meteorológico da una visión de 1 km o menos, es considerado como niebla; y si permite ver a más de 1 km, el fenómeno es considerado como neblina. Visto a la distancia, la neblina toma más la tonalidad del aire (grisáceo/azulino), mientras que la niebla es más blanquecina.
La neblina como la bruma hace visibles los rayos solares, por el contrario, la niebla debido a su alta densidad de partículas no hace visibles los rayos solares.
CALIMA
La calina o calima, es un fenómeno meteorológico consistente en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla o arena en suspensión.
Su origen está en las partículas de vapor de agua con partículas de sales procedentes de las aguas marinas[] y, en muchos casos, por el humo y cenizas de los incendios, También puede deberse a las tormentas de arena, fenómeno frecuente en los países del Mediterráneo, en las Islas Canarias y otras zonas. En el caso de estas tormentas, las partículas tienen unas dimensiones muy heterogéneas, precipitándose las de mayor tamaño no muy lejos de la fuente y continuando las más finas a grandes distancias transportadas por el viento. En muchos casos, aunque afortunadamente en disminución, se debe a la emisión de contaminantes domésticos en las zonas urbanas, como puede inferirse de las abundantes chimeneas ubicadas en poblados o ciudades cerca de la costa.
Como efecto inmediato y en función de su densidad, produce una disminución en mayor o menor medida de la visibilidad y la aparición de molestias en ojos, nariz y garganta. Si es persistente o abundante, al cabo de unos días suelen aparecer otros síntomas como bronco espasmo, crisis respiratorias y asma. Su desaparición está condicionada por los cambios en la presión atmosférica, que puede dar origen al viento o a la lluvia.
BRUMA
La bruma es un fenómeno atmosférico consistente en la suspensión de partículas muy pequeñas de suelo, etc. La calima también es un fenómeno de suspensión de polvo en la atmósfera, y se diferencia de la bruma porque la calima da una visibilidad superior a 2 km.
La bruma se diferencia de la neblina, además de su composición física, indirectamente diagnosticándola por el contenido de humedad relativa atmosférica:
ü menos del 80 %, es bruma (polvo en suspensión): < 80 % HR
ü más del 80 %, es neblina (agua en suspensión): > 80 % HR
La bruma hace visible los rayos de luz por el efecto Tyndall.
La bruma escocesa es un fenómeno, entre una bruma y una cellisca, de gotitas algo más grandes, que penetran la ropa.
LLUVIA
La lluvia (del lat. pluvia) es un fenómeno atmosférico de tipo acuático que se inicia con la condensación del vapor de agua contenido en las nubes.
Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial la lluvia es la precipitación de partículas líquidas de agua, de diámetro mayor de 0,5 mm o de gotas menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre, no sería lluvia sino virga y si el diámetro es menor sería llovizna. La lluvia se mide en milímetros.
La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y especialmente, la humedad atmosférica.
El agua puede volver a la tierra, además, en forma de nieve o de granizo. Dependiendo de la superficie contra la que choque el sonido que producirá será diferente.
Tabla 1. Clasificación de la precipitación según la intensidad
LLOVIZNA
La llovizna es un tipo de precipitación que se caracteriza por tener un tamaño de gota pequeño (usualmente menos de 0,5 mm de diámetro) dando la impresión de que las gotas flotan en vez de caer. La llovizna se origina en nubes relativamente bajas y de poco desarrollo vertical como son el estratocúmulo.
Aunque su intensidad es usualmente menor a la de la lluvia, la llovizna puede ser lo suficientemente copiosa como para producir acumulaciones del orden de 1 mm/h.
En presencia de visibilidad reducida producto de los fenómenos que hemos analizado , además del uso del radar por una persona experimentada, existen una serie de acciones que conviene realizar para evitar colisiones no deseadas. Por supuesto lo más importante es mantener una constante vigilancia visual de la zona, pero esto no siempre resulta fácil cuando la niebla es muy gruesa y opaca. En consecuencia, deberemos tomar otras precauciones, como es reducir la velocidad de tal forma que tengamos el suficiente tiempo de reacción en caso de ser necesario. Ni que decir tiene, que un buen conocimiento de la zona, así como del tráfico que habitualmente tiene, corrientes, situación de la costa... servirán de gran ayuda para determinar por dónde podemos movernos.
Además de esto, resultará imprescindible seguir todos estos pasos:
- Emitir las señales sonoras obligatorias.
- Colocar serviolas a proa.
- Reforzar la vigilancia en el puente.
- Parar de inmediato en el momento en que se escuche cualquier señal de un buque a proa del través.
- Trataremos de separarnos de las zonas de mucho tráfico o de recalada, así como de los estuarios de los ríos y de las bocanas de los puertos, lugares todos ellos donde el incesante tráfico puede aumentar notablemente el riesgo.
Si nos encontrásemos cerca de la costa y para evitar varar, deberemos seguir estas recomendaciones:
- Reducir la velocidad.
- Desconfiar de cualquier corriente que nos resulte desconocida.
- Lo más prudente resulta navegar llevando el ancla en pendura con un grillete de cadena y, cuando toque fondo, fondear y esperar a que se despeje la niebla.
Uno de los elementos de seguridad que puede resultarnos más útil es el "Reflector de radar", con el que conseguiremos que las embarcaciones que dispongan de radar reciban un buen eco señalizando nuestra posición. Esto resulta fundamental sobre todo en los barcos de pequeño tamaño, cuyas medidas y los materiales en los que suelen estar realizados, dificultan enormemente su recepción por los diferentes radares.
Es de suma importancia cumplir lo establecido en el Reglamento Internacional para prevenir abordajes y que a continuación transcribimos su regla 19 que trata sobre la navegación con poca visibilidad
a) Esta Regla es de aplicación a los buques que no estén a la vista uno de otro cuando naveguen cerca o dentro de una zona de visibilidad reducida.
b) Todos los buques navegarán a una velocidad de seguridad adaptada a las circunstancias y condiciones de visibilidad reducida del momento. Los buques de propulsión mecánica tendrán sus máquinas listas para maniobrar inmediatamente.
c) Todos los buques tomarán en consideración las circunstancias y condiciones de visibilidad reducida del momento al cumplir las Reglas de la Sección I de esta Parte.
d) Todo buque que detecte únicamente por medio del radar la presencia de otro buque, determinará si se está creando una situación de aproximación excesiva y/o un riesgo de abordaje. En caso afirmativo maniobrará con suficiente antelación, teniendo en cuenta que si la maniobra consiste en un cambio de rumbo, en la medida de lo posible se evitará lo siguiente:
i) un cambio de rumbo a babor para un buque situado a proa del través salvo que el otro buque esté siendo alcanzado;
ii) un cambio de rumbo dirigido hacia un buque situado por el través o a popa del través.
e) Salvo en los casos en que se haya comprobado que no existe riesgo de abordaje, todo buque que oiga, al parecer a proa de su través, la sirena de niebla de otro buque, o que no pueda evitar una situación de aproximación excesiva con otro buque situado a proa de su través, deberá reducir su velocidad hasta la mínima de gobierno. Si fuera necesario, suprimirá su arrancada y en todo caso navegará con extremada precaución hasta que desaparezca el peligro de abordaje.
a) Los buques de eslora igual o superior a 12 metros irán dotados de un pito, los buques de eslora igual o superior a 20 metros irán dotados de una campana, además del pito, y los buques de eslora igual o superior a 100 metros llevarán además un gong cuyo tono y sonido no pueda confundirse con el de la campana. El pito, la campana y el gong deberán satisfacer las especificaciones del anexo III de este Reglamento. La campana o el gong, o ambos, podrán ser sustituidos por otro equipo que tenga las mismas características acústicas respectivamente, a condición de que siempre sea posible hacer manualmente las señales acústicas prescritas.
b) Los buques de eslora inferior a 12 metros no tendrán obligación de llevar los dispositivos de señales acústicas prescritos en el párrafo a) de esta Regla, pero si no los llevan deberán ir dotados de otros medios para hacer señales acústicas eficaces.
CAMPANAS, PITOS, BOCINAS Y SIRENAS DE UN BARCO,
Pito de un barco